fobia específica habituales

Diez fobias específicas habituales

En el artículo de hoy, hablamos de 10 fobias específicas habituales, una breve descripción y su tratamiento

Una fobia específicas es el miedo a un tipo concreto de objeto o situación (por ejemplo: el miedo a volar o a las agujas) y que las personas que lo padecen tienden a evitar por completo. La clave de las fobias específicas es que la persona tiene miedo a la situación u objeto en sí misma y no a sufrir un ataque de pánico.

Las fobias específicas afectan a muchísimas personas, se cree que el 10% de la población, sufre de alguna y que esta afecta su vida laboral o social. Hay muchas fobias, existe una listas de más de 100 tipos de fobias  aunque en este post hablaremos de 10 que son bastante comunes. 

Diez fobias específicas

Pánico escénico:

Es el miedo a hablar en público y es una de las fobias más comunes, se cree que el 70% de la población lo sufre. Muchas personas con esta fobia, esconden un miedo a 

  • Ser juzgado como raro o inferior a los demás
  • No rendir o hacerlo por debajo de las posibilidades o a cometer errores delante de los demás
  • Miedo a que los demás vean que están nerviosos 
  • Miedo al fracaso o rechazo
  • Ansiedad por la incertidumbre

Una de las cosas que ocurre es que las personas que sufren pánico escénico, viven anticipando lo que va a ocurrir, esto lo que hace es que antes de la actuación o discurso haya más ansiedad. Para muchos, esto desaparece cuando comienzan su actividad, pero para otros continua durante la ejecución, que en algunos casos puede llegar a ser notorio a nivel corporal (sudoración, temblor, nauseas, entre otros).

Miedo a volar

emigrando

Es la segunda fobia más común y afecta a un 20% de la población, que evita volar o que lo hace con mucho malestar, esta fobia puede ser muy molesta porque podría evitar que una persona tome un empleo, visite a su familia o vaya de vacaciones.

El miedo volar también puede estar relacionado con la claustrofobia o con el miedo a las alturas (acrofobia), también se relaciona al miedo de sufrir un accidente, a encontrarse con turbulencias o en general a no tener el control de la situación.

Claustrofobia

La claustrofobia es el miedo a verse encerrada y no tener escapatoria, este miedo puede manifestarse como no querer estar en habitaciones pequeñas, en lugares donde hay muchas personas, también evitar lugares con mucho tráfico, en el metro, no querer someterse a un tratamiento o exámenes médicos (como es el caso de la resonancia magnética). Esto último puede juntarse con el miedo a quedarse sin aire y asfixiarse, por lo que esta situación puede llevar a un ataque de pánico.

Hipocondría (miedo a tener una enfermedad)

La hipocondría se define como una preocupación excesiva sobre la posibilidad de tener una enfermedad grave, incluso aunque la revisión médica lo haya descartado. A menudo, la persona tiene un solo síntoma como puede ser un dolor de cabeza, o una molestia estomacal y esto lo toma como prueba de que sufre una enfermedad, que puede acabar con su vida. Algunas personas hipocondriacas visitan al médico constantemente y se hacen examinar de forma repetida, mientras que un porcentaje bajo evita totalmente ir al médico por miedo al posible diagnóstico.

A menudo se considera la hipocondría como parte del espectro de los obsesivos compulsivos, porque suele implicar la presencia de miedos intrusivos, seguido de comprobaciones compulsivas. Sin embargo, el tratamiento que se realiza, es el típico trabajo de una fobia específica.

Odontofobia (miedo al dentista)

La odontofobia, puede implicar el miedo y la evitación de la odontología en general o un miedo más específico en relación con exponerse a un procedimiento en particular.

En estudios se ha reflejado que la mitad de los estadounidenses no quiere ir al dentista pero sólo un porcentaje bajo sufre fobia, a tal punto que no quieren visitar al dentista a menos que sea una situación de gravedad. Esto puede acarrear diversos problemas de salud.

Fobia a la sangre o inyecciones

fobia inyección

El miedo a la sangre, a las heridas con sangre y a las inyecciones normalmente van de la mano. El 70% de las personas que tienen fobia a la sangre tienen fobia a las inyecciones. Mientras que el 30% de los que tienen fobia a las inyecciones tiene miedo a la sangre.

El miedo a las inyecciones puede tener graves consecuencias para la salud porque la persona puede negarse a que le tomen muestras de sangre o que le administrar medicamentos por vía intravenosa. Entre todos los trastornos de ansiedad, la fobia a la sangre o a las inyecciones tiene el grado más fuerte de incidencia familiar. Hasta el 60% de las personas con esta fobia tienen a un familiar que también la sufre.

Otra característica inusual de esta fobia con respecto a otras, es la respuesta del desmayo. Las personas con esta fobia, tienen una respuesta de dos fases; la primera fase es una respuesta normal de ansiedad, se puede detectar un aumento del ritmo cardíaco y otros síntomas característicos, a esto le sigue una segunda fase que es el descenso repentino de la presión arterial, que implica una reducción del flujo sanguíneo al cerebro y que resulta en desmayos. Hace falta trabajar estas dos fase en terapia.

Emetofobia (fobia al vómito)

El miedo el vómito tiene una incidencia alta ya que puede adoptar diferentes formas: miedo a vomitar, hacerlo en público, a ver un vómito o a ver a alguien vomitar. La emetofobia puede desarrollarse en la niñez o en la edad adulta y parece persistir durante mucho años. Detrás de este miedo subyace un miedo general a perder el control. Cuando el miedo es muy grave las personas pueden ver muy limitada su vida ya que evitan viajes largos, sólo acuden a sitios donde puedan acceder fácilmente un baño, no quieren estar cerca de bebés o de personas que están enfermas. También son personas que están muy atentas a sus problemas intestinales, por miedo a que esto les pueda provocar vómitos.

Acrofobia (miedo a las alturas)

La acrofobia es una fobia muy común, aparece combinada de otras fobias como el miedo a volar, a subir a un ascensor o a conducir sobre un puente. A veces este miedo se confunde con el vértigo. El vértigo es la sensación de que las cosas que hay alrededor de uno están girando y esto no tiene que ver con la acrofobia. Una reacción más habitual si se tiene miedo a las alturas son los mareos y la pérdida del equilibrio de forma momentánea.

Fobia a insectos y otros animales

araña

Las fobias a determinados animales son muy comunes, normalmente se tiene miedo a las serpientes, murciélagos, ratones, ratas, perros, gatos, aves, arañas, abejas, cucarachas, entre muchas otras. Las personas con este tipo de fobias evitan no sólo al animal, sino zonas donde creen que pueden verse expuestos a estos animales. En casos más graves el solo hecho de ver una foto del animal conduce a tener un ataque de pánico.

En la infancia muchos de estos miedos son habituales y se consideran normales. Sólo cuando alteran significativamente la vida de la persona, es que se considera una fobia y se recomienda tratarla

Miedo a la muerte

El miedo a la muerte o la tanatofobia puede implicar uno de estos temores:

  • Miedo a la inexistencia.
  • Lo desconocido, a no saber qué va a pasar después de la muerte.
  • A que la experiencia más allá de la muerte sea negativa, a partir de creencias religiosas como el infierno.
  • La enfermedad, el dolor y el sufrimiento asociado con la muerte.
  • Miedo a la muerte de un ser querido.
  • A lo que le pasará a nuestros seres queridos después de la muerte de la persona.
  • Miedo a aquello que está muerto, como cadáveres, o cosas asociadas a la muerte como ataúdes, funerales y cementerios.

Para muchos este miedo es muy básico y está detrás de la gran mayoría de miedos que presentan las personas.

Tratamiento

La terapia cognitivo-conductual ha demostrado a lo largo de los años, ser de lo más eficaz para tratar los diferentes tipos de fobia, una parte de esto se debe a que las personas con alguna fobia, tienen pensamientos distorsionados, que al trabajarse, pueden ir cambiándose por pensamientos más adaptativos.

La exposición progresiva, como parte de la terapia conductal, es parte normal del tratamiento y aquí hay que hacerlo en conjunto con la persona, para irlo haciendo poco a poco y dentro de sus capacidades para afrontar el miedo.

En la actualidad, la realidad virtual está demostrando ser muy eficaz en el tratamiento de las fobias, ya que permite a la persona exponerse de manera segura, pero muy real, a ese miedo que tiene y que le incapacita su vida.

El mindfulness y la terapia de aceptación y compromiso suelen ser también parte del tratamiento para que la persona aprenda a manejar sus pensamientos, emociones y sensaciones corporales. Y combinado con estrategias de relajación, hace que el tratamiento de fobias sea eficaz y en algunos casos de rápida remisión de síntomas. 

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2 comentarios en “Diez fobias específicas habituales”

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