La evitación es una herramienta común que usamos para lidiar con el malestar emocional. No evitamos porque no seamos capaces de enfrentar las cosas, sino porque hemos aprendido que, al evadir ciertas situaciones, mantenemos el estrés bajo control. Sin embargo, aunque la evitación nos ayude a sentirnos mejor en el corto plazo, a largo plazo puede generarnos más estrés y tensión interna. En este artículo de hoy te enseño ¿cómo dejar de evitar?
¿Por qué evitamos?
Cuando evitamos algo, no es el problema en sí lo que nos asusta, sino el malestar que nos genera acercarnos a ello. Esa conversación incómoda, esa cuenta pendiente o esa situación sin resolver son cosas que preferimos esquivar porque nos incomodan. Sin embargo, la clave no está en seguir evitando, sino en aumentar nuestra capacidad para lidiar con esa incomodidad.
¿Qué sucede cuando evitamos?
El problema principal de evitar es que lo que evitas no desaparece. Aunque lo ignores, sigue estando presente y, de hecho, crece en el fondo. Esa tensión no resuelta genera un “ruido” interno que, con el tiempo, puede manifestarse en problemas emocionales, relacionales o incluso físicos.
¿Por qué es importante dejar de evitar?
Aunque evadir funciona temporalmente, a largo plazo puede generar mayores problemas. Es como cerrar la puerta de un cuarto desordenado: puede que no lo veas, pero el desorden sigue ahí y se acumula. Al final, enfrentarlo es inevitable, y cuanto más tiempo pases sin hacerlo, más complejo será.
¿Cómo dejar de evitar?
Aquí algunos pasos que te pueden ayudar a dejar de evitar y empezar a lidiar con lo que te incomoda:
- Regula tu sistema nervioso
Una de las formas más efectivas de lidiar con la incomodidad es aprender a regular tu sistema nervioso. Esto implica desarrollar la capacidad de sentir malestar sin dejar que te abrume. Si logras regresar a un estado de equilibrio después de sentirte incómodo, tendrás más energía y claridad para afrontar lo que has estado evitando. - Acepta que la incomodidad no te define
Sentirse incómodo no significa que no seas capaz de enfrentar algo. El objetivo es aprender a tolerar esa incomodidad, sabiendo que tienes la capacidad de superarla. - Tener una visión clara
¿Hacia dónde quieres ir? Tener una visión clara de la libertad y ligereza que deseas alcanzar te ayudará a motivarte, a enfrentar las cosas que has estado evitando. Piensa en el alivio que sentirás al resolver lo que hoy te estresa. - Reconoce que lo mereces
Todos merecemos vivir sin cargas innecesarias. Haz una lista de todo lo que has estado evitando y comienza con los asuntos más fáciles de resolver. Esto te dará confianza para abordar situaciones más difíciles. - Enfócate en el alivio que vendrá al resolver
Resolver lo que evitas te quitará una gran carga. Sin embargo, para llegar a ese punto, necesitas estar dispuesto a mirar con honestidad la situación, aceptar tu parte en ella y comenzar a actuar.
Conclusión
Evitar es una estrategia que usamos para lidiar con el malestar, pero a la larga, lo que evitamos sigue presente, acumulando estrés en nuestras vidas. Poco a poco, con paciencia y compasión hacia nosotros mismos, podemos aprender a enfrentar lo que nos incomoda. Regular nuestro sistema nervioso, reconocer nuestra capacidad para tolerar la incomodidad y tener una visión clara de lo que queremos lograr son pasos esenciales para dejar de evitar y empezar a vivir con más ligereza.
¿Qué has estado evitando últimamente? ¿Cómo podrías empezar a enfrentarlo poco a poco? ¡Déjame tus comentarios y sigamos conversando sobre este tema!